Pues hoy os traigo una pieza que a mi personalmente me ha sorprendido muy gratamente. Se trata del Seat 127 Abarth que participó en el rally de Montecarlo de 1978 a manos de José Mora y Lorenzo Camprubí.
La pieza es una pasada!!! Para empezar, el molde es de una exactitud pasmosa. Y en segundo lugar, la pintura le da un contraste increíble. Además, esta está en su justa medida, por lo que deja que todos los detalles se aprecien al 100%. Un 10 en este aspecto sin duda.
En el frontal, podemos ver las ópticas de los faros que son muy proporcionadas, así como la parrilla en negro con el anagrama de Abarth en el centro. La defensa con las barras protectoras de la matrícula y los bajos está correctamente incluida también. Los intermitentes algo grandes y ligeramente asimétricos, pero es algo que le he perdonado nada más ver los dos faldones laterales protectores. Simplemente magníficos en proporción y diseño. Las calcas del capó son identicas a las reales
Si hablamos del lateral hay que decir de nuevo que la decoración está muy bien calcada, el retrovisor es quizá un poco grande. Las ruedas, la eterna lucha y pelea de Ixo, es donde la vuelven a cagar, ya que de nuevo tienen apariencia de juguete (algo habrá que hacer). La tapa cromada del depósito de gasolina le da un toque distinto que enriquece el conjunto. Se hecha de menos, teniendo en cuenta el alto nivel de detalle de la miniatura, más detalle en la maneta de la puerta.
En la parte trasera nos encontramos el anagrama del Rallye de Montecarlo de 1978 con el número del participante en el centro. Matrícula de Barcelona (como pasa en caso todos los casos, puesto que allí se encontraba la factoría que preparaba los coches para participar en estas pruebas). Aquí la defensa sea quizá demasiado ancha, pero no desentona con el conjunto quizá porque toda la parte trasera nos la encontramos en negro.
Los interiores tienen un nivel de detalle que deja pasmado a cualquiera. Podemos ver los relojes clavados al coche real con la casja en amarillo. Los cinturones también están fielmente representados, así como pomo de la palanca de cambios y freno de mano, asientos y las barras estabilizadoras traseras que le dan un toque mucho más racing.
En conjunto no tengo pegas para esta pieza, salvo el, demasiadas veces repetido, error en las ruedas que, aunque sinceramente, no soy demasiado crítico, sí me jode ver que algo en apariencia tan sencillo, fastidia un conjunto tan pulido.
Os dejo con algunas imágenes del pequeño:
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